Como cada 28 de abril los alaveses festejarán la fiesta de San Prudencio envueltos en el característico sonido de la Retreta y la Tamborrada y con el aroma igualmente característico de los caracoles y perretxikos ya que este es el menú oficial de esta fiesta que los alaveses festejan en honor al patrón de su tierra. Estos son los sonidos y aromas principales en esta fiesta tan importante que dan paso a sonidos y aromas secundarios, pero no por eso menos importantes, como el murmullo de la gente llenando las calles, el olor de la buena comida y bebida uniendo familiares y amigo alrededor de una mesa, las risas y los cánticos varios, los típicos manjares vascos y un largo etcétera que es mejor vivirlo para entenderlo.
La fiesta arrancará el 27 de abril con el toque de la Retreta. Este es el acto que da comienzo a las fiestas y en la que diferentes emociones y sensaciones se entremezclan creando un ambiente perfecto. Y es que por una parte es el acto oficial de mayor solemnidad y por
otra, la gente abarrota las calles llenas de ilusión por que empiece la festividad, y como no, con muchas ganas de pasarlo bien. A las 20:00 horas las trompetas son las protagonistas que dan inicio a la fiesta en la balconada del Ayuntamiento. En total son 5 Retretas, uno cada 15 minutos. Tras este acto toca coger fuerzas para la Tamborrada que viene después y que mejor forma para ello que una buena cena, pero siempre y cuando el menú este formado por caracoles y revuelto de perretxikos, tal y como manda la tradición.
Cuando las barrigas están llenas y los alaveses llenos de energía, arranca un nuevo acto, la Tamborrada. Miembros de 30 txokos participan en este acto donde cocineros, soldados y barrileros honran al santo desfilando por las calles de Vitoria interpretando distintas canciones con la ayuda de tambores, barriles y barriletes. Cuando el ruido de los tambores cesa, los alaveses se reparten entre la verbena de la plaza del Arca y los bares. Pero aunque el ambiente invite a alargar la noche hasta altas horas de la madrugada, hay que guardar fuerzas para disfrutar del día siguiente, el día de San Prudencio.
El 28 de abril es el día para subir a Armentia a hacerle una visita al santo. Pero como ya se sabe que el santo tiene fama de “meón», no está de más que tu modelito para ese día incluya un chubasquero y así poder emprender la subida andando hasta las campas, sin que las gotas de lluvia que aparezcan sin previo aviso te pillen desprevenido. Una vez arriba, y para que no decaiga la fiesta, hay que reponer fuerzas. ¿Y qué mejor que un buen talo con chorizo, unos taquitos de queso, un vaso de sidra, un trocito de pastel vasco, etc. para ello? Se puede elegir entre todo tipo de majares vascos para coger fuerzas. Una vez que los niveles de energía se han nivelado gracias a la buena comida, se puede disfrutar de los deportes rurales y bailar en los conciertos o con la charanga que amenizarán este día.
A lo largo de los años, la canción de las fiestas patronales de Álava a sufrido algunos cambios. Por eso, para que puedas cantarla a pleno pulmón, te dejamos la letra de la canción en euskera y en castellano y de este modo puedas ir memorizándola.
En euskara:
Tuntunarekin turuten doinua
gure zaindariaren eguna (berriz)
Arabatarrok egun honetan,
elkartzen gara alaitasunez,
ospatutzeko Prudentzio jaia,
gure patroi handia.
En castellano:
Suena el tun, tun y con él la trompeta,
Es la retreta de nuestro patrón. (Bis).
Los alaveses, en este día, con alegría y con buena unión.
Celebran fiestas a San Prudencio, a San Prudencio su patrón.
Suena el tun, tun y con él la trompeta,
Es la retreta de nuestro patrón. (Bis)
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